En un cautivador discurso anual, el fundador, presidente y consejero delegado de Xiaomi, Lei Jun, compartió una mirada increíblemente sincera e introspectiva sobre el viaje de las ambiciones del chip de desarrollo propio de la empresa. La historia del chip Surge S1 es tanto una promesa temprana como una dura lección aprendida, pero es una historia que ilustra maravillosamente la resistencia de Xiaomi y su incesante búsqueda de la innovación. Desde sus inicios en 2014, con la creación de su filial al 100% Pinecone Electronics, hasta el exitoso lanzamiento del Surge S1 en el Xiaomi 5C -que vendió más de 600.000 unidades-, las señales iniciales apuntaban a un futuro brillante. Para más información sobre el viaje innovador de Xiaomi, consulta nuestros artículos sobre las últimas actualizaciones de Xiaomi HyperOS y nuestro desglose del vanguardista ecosistema HyperConnect.
Por qué empezar con poco fue un gran error
A pesar de ese éxito inicial, Lei Jun reveló que en el fondo sabía que el proyecto Pinecone pisaba terreno inestable. En 2018, Xiaomi tomó la difícil decisión de poner en pausa el desarrollo de sus chips SoC, conservando sólo algunos trabajos en chips periféricos. Este fue un punto de inflexión crítico que condujo a una sorprendente constatación: para que una empresa desarrolle con éxito su propio SoC para teléfonos móviles, debe empezar desde lo más alto. Como señaló Lei Jun, gigantes de la industria como Apple y Huawei empezaron sus empresas de chips con diseños de gama alta. Intentar entrar en el mercado desde la gama baja, como hizo Pinecone, fue un paso en falso estratégico.
Una nueva era de tecnología básica
Más allá de la estrategia, la colaboración interna también resultó ser un obstáculo importante. Pinecone funcionaba como una filial independiente, lo que creaba una desconexión y dificultaba la colaboración estrecha con la división de telefonía móvil. Fue una experiencia de aprendizaje clave que ayudó a dar forma a la futura dirección de Xiaomi.
En 2020, cuando Xiaomi celebraba su décimo aniversario, Lei Jun se planteaba una cuestión fundamental sobre la próxima década de la empresa. Tras amplios debates internos, el camino quedó claro: una inversión masiva en tecnologías básicas subyacentes. El objetivo era pasar de ser vista como una «empresa de Internet» a una «empresa de tecnología punta».
Esta nueva dirección significaba reiniciar el desarrollo de chips en 2021, una medida que Lei Jun reconoció que suponía un enorme riesgo. La empresa estaba invirtiendo decenas de miles de millones de yuanes, unos 1.400 millones de dólares estadounidenses, y Lei Jun declaró que un segundo fracaso podría dañar permanentemente la confianza del mercado. También se refirió a otras empresas que abandonaron el sector de los chips en 2023, haciendo hincapié en la determinación de Xiaomi de perseverar.
El triunfo de la perseverancia
Este compromiso renovado ya ha dado resultados prometedores. En una reciente rueda de prensa, Lei Jun compartió con entusiasmo la noticia del último SoC desarrollado por Xiaomi, el XRING O1. La primera prueba de funcionamiento del chip fue un éxito rotundo, con el sistema encendido y todos los módulos totalmente depurados en un día.
Este viaje es un testimonio de la filosofía de Xiaomi. Como Lei Jun dijo tan elocuentemente: «El fracaso en sí no es terrible, enfrentarse al miedo en tu corazón es la clave».